Poesía española de posguerra (años 40- hasta la actualidad)

POESÍA DESDE LOS AÑOS 40 HASTA LA ACTUALIDAD

Antes de abordar su estudio, vamos a darnos el gusto de escuchar un recital de poesía:

Poesía española de actualidad

  1. Poesía de posguerra (años 40):





  • Poema Insomnio de Dámaso Alonso (poesía desarraigada):
Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán, ladrando como un perro enfurecido, fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios, preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día, las tristes azucenas letales de tus noches?


Hijos de la ira, (1944)

Comentario de texto:
  1. Encontremos y definamos el tema.
  2. Resumamos su contenido (afirmaciones del poeta, y emociones que expresa, ¿qué está viendo? ¿qué siente ante ello?)
  3. Forma: ¿Cómo lo expresa? ¿Qué recursos literarios te parecen más destacables?
  4. ¿Cómo se puede relacionar esos recursos con el tema del poema? ¿Qué destacan o qué emociones nos sugieren esos recursos? En poesía, todo está al servicio del mensaje. es la forma literaria de mensaje más condensada que existe.
Más material:


2. Poesía social (años 50)





Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

Gabriel Celaya, Poesía urgente, Losada

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